Cuando hay alguna crisis como ésta y uno, periodista vocacional, siente que lo que está contando es el centro del mundo… se vive una sensación impagable. Pero también cansa. Llevo dos semanas escribiendo como un loco crónicas de radio una tras otra sobre el no acuerdo del rescate griego. Entro en directo en todos los boletines de Onda Cero sin falta, a diario y días de descanso, en todos los informativos, en la Brújula económica, en Julia Otero, en tertulias varias. Non stop. Algunas veces he dormido dos y tres horas. Lo he hecho desde Luxemburgo -hay que ir y volver- y en Bruselas. Como yo todos los corresponsales en Bruselas, hemos cubierto 5 ò 6 eurogrupos en dos semanas -he perdido la cuenta y no deseo hacerla-, y dos o tres cumbres –hubo la UE/Latinoamérica-. Y las que están por venir. En este tiempo he cancelado un billete de ópera para La Monnaie que llevaba esperando todo el año, he regalado una entrada para AC/DC en Dessel, he perdido un billete de avión de fin de semana a España… y no pude acudir al cumpleaños de mi hijo el sábado pasado, a quienes solo veo por el rabillo del ojo. Como a mi hija. Así que les voy a contar algo completamente diferente, desengrasante.
Esta introducción sirve tan sólo para ponerles en antecedentes sobre mi estado de ánimo -pausa comatosa- cuando se me ha ocurrido escribir ésta entrada en este Blog.
En vez de contarles un insólito y rápidamente sobrepasado por los acontecimientos relato sobre la última maniobra del primer ministro griego y el Grexit, voy a hablarles -sorpréndanse, háganme el favor- de Femen. O más bien de un pensamiento diletante, que tiene que ver con ellas.
En Onda Cero no hay boletín de las 16 horas propiamente dicho, sino un resumen que hacen en edición, desde Madrid, con la Radio de Julia. Así que tras acabar el informativo a las 15 horas, me he escapado a comer a una terraza y poner la mente en blanco. Debe ser verdad lo del cambio climático porque lleva haciendo unos días un calor insoportable en Bruselas. Me he pedido una ensalada y una cerveza mientras ojeaba tontamente en mi ipad -con el que ahora escribo- las noticias.
Lo primero que he hecho es el repaso absurdo a todo lo que tenga algo que ver con lo que yo ya he contado sobre Grecia previamente… será por la curiosidad de ver como lo cuentan los demás… cuando de pronto, me ha dado por hacer click en una noticia sobre Femen.
Me he sorprendido a mí mismo haciéndolo. «¿Por qué?» me he dicho . Ahora mismo, mientras escribo esto en mi ipad, en la misma terraza donde ocurre lo que les cuento, actuando de reportero en vivo y en directo de mis propios pensamientos instantáneos, puedo dar fe de que no sé ni porque protestan estas damas. Ni de que habla la noticia en cuestión. Y que no me importa. Pero ahí están, cuatro chicas jóvenes con los pechos al aire subidas en la Cibeles madrileña. Y eso es lo que mi subconsciente quería ver. Esa parte de mí que actúa sola sabía lo que iba a encontrar y necesitaba esparcimiento tras el estrés.
No siempre cumplen los estándares de Playboy. A veces aparecen contorsionadas mientras tiran una tarta a un político, otras bloqueadas por un guardaespaldas que las tira exageradamente al suelo… Pero siempre sugieren espectáculo visual a nuestros instintos. Que ellas utilizan, creo yo. Igual hasta llaman al fotógrafo. ¿Alguien cree que tendrían el mismo éxito en prensa sus acciones si no tuvieran los senos al aire? No hay nada menos feminista. Esa era mi reflexión instantánea. Que contradicción. ¿Qué hay de malo en que me manipulen con sus encantos? Prácticamente nada. Excepto que… ¿No es eso precisamente contra lo que luchan ellas? ¿Cómo feministas, no protestan contra que las reduzcamos a su condición sexual? Me siento engañado. Yo, a mi subconsciente, no le puedo pedir que no le gusten los senos. Ni quiero intentarlo.
Y ellas, a explotar mis instintos. Y a tratarme como un simple animal.
Me siento utilizado. 😉
No habrá bajada de pantalones. Baste este blog como tímida protesta.
Jacobo lo de femen es para «mear y no echar gota». Lo que no entiendo es como la prensa cubre este tipo de protestas, ¿por qué debo de ver a estas señoritas en el telediario de las tres de la tarde? ¿por qué ante una simple protesta como la de hoy hay medios de comunicación cubriendo la noticia?. Ya nos dirás…
Me gustaMe gusta
Claro Antonio, pues eso creo yo. Aunque lo comento un poco en broma, también va un poco en serio: en las páginas web cuentan nuestros «click», y nosotros hacemos «click» instintivamente como becerros… Y por eso hablan de Femen en los medios. Y por eso ellas se desnudan contradiciendo su supuesto feminismo. Al final ellas no nos valoran más que algunos hombres a las «mujeres objeto», ¿no?.
Pero bueno, el blog sobre todo me ha servido para desengrasar. No hablar de Tsipras y la crisis griega por una vez es una forma de respirar también.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta