CARTA ABIERTA A JEAN QUATREMER SOBRE CATALUÑA

Querido Jean,

Permíteme escribirte unas líneas que me han venido inevitablemente tras haber leído tu artículo en Liberation de hoy «Catalogne : l’Union européenne regarde ailleurs».
Papar empezar, Jean, algunas veces cuando hablas de Cataluña te declaras enseguida «no» partidario de la independencia de Cataluña. Que sepas que eso no importa. Lo que es importante es que transmites una incomprensible falta de ecuanimidad sobre este asunto.
Me gustaría hacer algunos comentarios sobre tu texto, si me permites.

Empezando por las «muy duras condenas». ¿Son de verdad tan duras ? la fiscalía y las acusaciones pedían la condena por el delito de Rebelión. Pero el Tribunal ha decidido -y muchos consideran que ha sido indulgente precisamente- condenarles por Sedición, entre 9 et 13 años de prisión.

En la práctica nadie permanecerá en prisión tanto tiempo. Precisamente, el Tribunal habría podido exigir en su sentencia que cumplan en prisión al menos la mitad de la pena antes de poder disfrutar de beneficios penitenciarios. Pero ha decidido no hacerlo. Y ahi, sin duda, ha sido indulgente. Esto quiere decir que, dado que las competencias de prisiones están en manos del gobierno independentista catalán – no puedo imaginar que en Francia exista algún día una descentralización semejante- en sólo unos meses empezaremos a ver algunos de los condenados en la calle con un régimen laxo.
En tu texto dices “¿Cual es su crimen? Haber declarado de forma unilateral, pero pacífica, la independencia” No. Tu mismo citas en tu artículo los delitos por los que han sido condenados. Pero esta frase tuya es muy reveladora. Empecemos por «pacíficamente». El Tribunal considera probada la violencia pero no cree que sea suficiente para sostener la rebelión. Exactamente lo que había dicho el Tribunal alemán de Schleswitz Hollstein al resolver su euroorden (pues… si, hay que leer bien su decisión).
Segundo…a pesar de lo que dices no han sido condenados por “declarar unilateralmente la independencia”; pero si éste hubiera sido el caso, no sería un asunto menor como pareces indicar. Si hubieran sido condenados por éste motivo, la pena hecha pública habría sido sin duda alguna muy suave. De todas formas, insisto, no creo que haya que relativizar una declaración unilateral de independencia. ¿Hay que recordar que muchas guerras han empezado con una declaración de independencia “pacífica”? Sobre todo cuando no cuentan con el apoyo de la mayoría de la población, como es el caso en Cataluña. (Los independentistas nunca han sobrepasado en una elección el 50% de los votos y el llamado “referéndum” independentista que ganaron no tenía ninguna garantía en su resultado).

Y sin embargo, todos escuchamos como en el Parlamento catalán se leyó una declaración de independencia. Lo que pasa es que sus autores se cuidaron muy bien de no publicarla en el Boletín Oficial del Parlamento Catalán. ¿Hace eso menos real esta declaración? La verdad es que ninguna declaración unilateral de independencia es legal, ni se publica en el Boletín Oficial. Simplemente se declara… y luego ya se verá si se puede hacer valer. Precisamente, la sentencia es tan clemente con los condenados que se limita a considerar su carácter “retórico” y “engañoso” y no va más lejos. Sin embargo, no puede mirar hacia otro lado en lo que se refiere a actos que suponen penas menos altas. Concretamente se les condena por evitar la aplicación de las leyes en vigor, hecho castigado más severamente si son las autoridades quienes lo llevan a cabo (sedición), malversación y… desobediencia a la legalidad. Y es lo mínimo teniendo en cuenta lo que ocurrió.
En este caso, las condenas no tienen nada que ver con los intentos de un Estado opresor de limitar la libertad de expresión, reunión, voto… En España puedes votar por un partido independentista (¿se puede en Francia, Alemania o Portugal?) pero no puedes incumplir la ley y desviar fondos públicos para fines no amparados por la ley. Ni por un instante creo que tu estés a favor de dejar impunes éste tipo de delitos.
Sinceramente, citas a Macron como si revelaras un secreto que explicaría el silencio de la Unión Europea pero… no entiendo que le reprochas cuando dice «Existe un Estado de derecho en España, con reglas constitucionales. Las quiere hacer respetar y tiene mi apoyo total». Y el hecho de que luego diga «Yo mañana, puedo encontrarme con una región en Francia que se levante y diga “si es así, hago un llamamiento a las instituciones europeas”» para mi no hace más que confirmar una evidencia: el hecho de que Francia, si algún día tiene que hacer frente al mismo problema, actuaría de la misma manera… ¿o más duro incluso? Tu mismo has dicho muchas veces que en Francia se habrían enviado los tanques desde el minuto uno. ¿Comparas por esto España a Polonia o Hungría? ¿Compararías también a Francia con los problemas de derechos y libertades sobre los que ha llamado la atención la Comisión europea en estos países?
Citas a Bernard Guetta (Renaissance): «Esta sentencia no tiene en cuenta de ninguna manera la necesidad de reconciliación». Pero… ¿Este señor cree en la separación de poderes? ¿Le gustaría que en España se dictasen las sentencias en función de la situación política? ¿No es precisamente lo que tu criticas, Jean? Te cito de nuevo: «En una palabra, esta polarización de la justicia es simple y llanamente contraria al principio de separación de poderes. Esto explica sin duda que la justicia sea particularmente represiva contra los catalanes»
¿«Particularmente represiva», dices? En lo que se refiere a la sentencia, ya he intentado explicarte porque no comparto que sea tan dura en relación a los hechos juzgados. Ni siquiera en sus consecuencias penales. Si te refieres a la propaganda independentista que habla de una supuesta recentralización… te recuerdo que en España tenemos una descentralización muy superior a la francesa, y que en si misma, supone un respeto por las diferencias. Francia, como por otro lado Flandes, nisiquera ha retificado la Carta europea de lenguas regionales o minoritarias. Antes te he mencionado que el gobierno catalán tiene transferidas las competencias penitenciarias. Imagina además que Francia diese un día el control de la seguridad de una de sus regiones a una fuerza armada de 17.000 hombres, autónoma de las fuerzas de Seguridad del Estado. Son sólo algunos ejemplos.
Si te estás refiriendo al respeto a la lengua y la cultura catalanas, muéstrame otra región en el mundo donde no se pueda estudiar en una lengua oficial y maternal de más de la mitad de su población. Es lo que ocurre en Cataluña con el español.
Si por último, te estás refiriendo a la acción policial el día del « supuesto referéndum » de independencia, admitiendo el inmenso error del gobierno de Mariano Rajoy, lo cierto es que puedo enseñarte imágenes tan chocantes o mas en todos los países donde las fuerzas del orden intervienen con un mandato judicial para hacer respetar la ley, y encuentran resistencia. Incluso los Mossos d’esquadra (policía catalana).
Siempre son imágenes feas, y en el caso concreto que hablamos fue un error político importante. Pero estaremos de acuerdo en que no fue un Domingo Sangriento (Bloody Sunday) con decenas de pacíficos manifestantes muertos.
Hablando del Reino Unido, ha suprimido hasta cuatro veces la Autonomía del Ulster. ¿Deberíamos comparar también al Reino Unido a Hungría y Polonia por estos hechos? Alguien podría decirme «si, pero ahora el Reino Unido ha permitido un referéndum sobre la independencia en Escocia». No quiero entrar en el debate de las diferencias entre Cataluña y Escocia -abismales en mi opinión- porque ya estoy alargándome, quizás demasiado. Simplemente respondería “claro, por eso los escoceses no han infringido ley alguna”.
En tu texto dices también que “los jueces ponen palos en las ruedas de los gobiernos socialistas de Zapatero y Sánchez para encontrar una solución política”. Voy a dejar de lado ea Zapatero y el Estatut catalán para no alargarme todavía más. Sobre Sánchez, está claro que ha intentado sin éxito dialogar con el gobierno catalán. Y es evidente, a ojos de cualquier observador neutral, que si no ha tenido éxito es porque los tres últimos presidentes de la Generalitat no aceptan dialogar sobre otra cosa que no sea un sólo asunto, lo tomas o lo dejas: el referéndum de autodeterminación. Algo que no está en manos de los gobiernos españoles, sea el que sea, porque la soberanía nacional y la integridad territorial están recogidas en la Constitución española -como en las leyes alemanas, italianas, francesas…- . En el artículo primero de la Constitución francesa se lee: «Francia es una República indivisible, laica, democrática y social. Asegura la igualdad frente a la ley de todos los ciudadanos sin distinción».

La Constitución española -¿habrá que recordarlo?- fue votada por más del 90% de los catalanes en 1978. Cataluña fue la región española donde más votos a favor obtuvo la Constitución.
Dices que «ciertas normas españolas contravienen los valores europeos». Olvidas que los veredictos dictados por los jueces españoles pueden ser contestados en el extranjero en otros organismos judiciales supranacionales. España ha firmado voluntariamente casi todos los tratados internacionales que reconocen derechos y establecen obligaciones para los estados. Por ejemplo, ahora el Tribunal europeo de Luxemburgo, a petición del Tribunal Supremo español, -podría no haberlo solicitado- analiza el alcance de la inmunidad de uno de los condenados, Oriol Junqueras. Este tribunal español ha reiterado ayer mismo al Tribunal de Luxemburgo que a pesar de haber publicado ya la sentencia, si el Tribunal europeo piensa que Junqueras debe disfrutar de inmunidad, se tomará en cuenta. Una forma de dar a entender que sería liberado.
El hecho mismo de someter la justicia de un país al veredicto de jueces extranjeros supone siempre una delicada pérdida de soberanía -que se lo pregunten a EEUU- que no llega a producirse si no es en aquellos estados que, con una encomiosa ingenuidad, están dispuestos a correr el riesgo gracias a la creencia de que así defienden mejor los derechos sin distinción de sus ciudadanos con la justicia como horizonte. Digamos que es la prueba definitiva del deseo de tener un sistema judicial independiente. Llevarla hasta allí donde incluso el sistema judicial en cuestión pierde el control.
En tu texto pareces dar a entender que los delitos de “rebelión” o “sedición” no están muy en línea con otras democracias europeas. Creo que lo que ocurre en realidad es que en ningún otro país de nuestro entorno hemos tenido un caso tan sorprendente en el que cargos políticos electos cometan este tipo de delitos. Porque supongo que no ignoras que en Francia y Alemania estos delitos están también recogidos en el código penal.
Ya que eres francés, en Francia, en virtud del artículo 412-1 del código penal, existe un castigo de 30 años de prisión y 450 000 euros de multa si se comete “uno ovarios actos de violencia que puedan poner el peligro las instituciones de la República o poner en riesgo la integridad territorial nacional”. La pena es la prisión permanente, con multa de 750.000 euros, si el autor es un cargo público.
¿Te acuerdas que Puigdemont no se atrevió a cruzar la frontera durante la primera sesión del parlamento europeo en Estasburgo? Pues fue por eso.

En Alemania existe el delito de «Alta traición» para referirse a un escenario similar. Uno de los argumentos aparentemente irrefutables para criticar la mala calidad de la democracia española es la negativa de la justicia alemana que se pueda juzgar a Puigdemont por Rebelión. Sin duda, fue un fracaso de la justicia española. Pero leyendo atentamente el texto de la Audiencia territorial de Schleswig-Holstein vemos que reconoce la existencia de violencia, y que culpa de ella a Puigdemont, pero estima que no tuvo entidad suficiente como para retener el delito de rebelión. La Corte reconoce igualmente que no hay razon alguna para pensar que Carles Puigdemont “corre riesgo alguno de persecución política si es entregado a España”.

En Bélgica todo es más difuso porque como tú mismo dices, Flandes domina el país, y el primer partido político belga es la N-VA que estaría encantado con «destruir Bélgica ». Si mandan ellos, en caso de eventual ruptura del Estado, lógicamente tienen la posibilidad de influenciar una legislación más laxa.
Hablas de “…tentaciones autoritarias tras la caída del franquismo. Hasta el punto que las justicias belga y alemana han rechazado ejecutar las órdenes de arresto europeas lanzadas contra los dirigentes independentistas refugiados en el extranjero». Y tienes razón. Es en efecto un prejuicio que podemos estar de acuerdo en constatar. Pero no es culpa de España. ¿Sabías que el Tribunal europeo de Estrasburgo acaba de condenar a Bélgica (Julio del 2019) a indemnizar al hijo de una víctima de ETA por haber rechazado varias veces la extradición de un miembro de ésta banda terrorista (ETA), Natividad Jáuregui se llama? Si Bélgica rechaza extraditar a una terrorista acusada de asesinato, seguramente es que algo no va bien. Llamémoslo simplemente ¿prejuicios contra España?… porque sino, no entiendo que no entreguen a una presunta terrorista acusada de asesinato. Y no soy yo quien lo dice. Es el Tribunal Europeo de Estrasburgo quien tampoco lo entiende.

Dices que la Justicia española no es un ejemplo de virtud contrariamente a lo que intenta hacer creer el gobierno madrileño». Pero… no es el gobierno español el que lo dice.
Es la organización “Freedom House” quien califica a España de Democracia plena, con las valoraciones más altas en términos de libertad, derechos políticos y civiles. Además, en el índice publicado por The Economist España se sitúa entre las 20 primeras democracias del mundo desde hace años, puntuando no muy lejos de Bélgica o Francia, pero… por encima.
Dices que «el Consejo de Europa (Estrasburgo) critica regularmente la ausencia de independencia de los magistrados españoles». Pero España está entre los países que tienen el ratio más débil de condenas por violación de derechos en relación a su población entre los años 2013-2017. Una vez más, el ratio de condenas es inferior, por ejemplo, al caso belga.
Dices también, cito textualmente, que «los españoles, presentes a todos los niveles de poder en Bruselas» estarían detrás de esta supuesta ley del silencio europea en el tema catalán. Yo por el contrario pienso que los españoles están representados por debajo del tamaño del país en las instituciones europeas a pesar de los casos que citas. Es un hecho comunmente aceptado que ésta baja representación del país se debe a la debilidad política de España en la UE durante la crisis financiera. Sólo ahora, con Josep Borrell -catalán- y Luis de Guindos las cosas empiezan a cambiar a penas.
Pero incluso si hay españoles bien situados, entre ellos hay también catalanes independentistas. Y, por supuesto, lo quiero subrayar también, catalanes no independentistas. Porque otra cosa que me parece que no llegas a reflejar correctamente en tus artículos es que hablas demasiado fácilmente de los catalanes como si estuviesen todos de acuerdo y frente al gobierno central.
¿De vedad piensas que España es Darth Vader y los independentistas los rebeles de Stars Wars?
Dices que el único país que ha mostrado simpatía por los independentistas catalanes es Bélgica, y añades que es porque el país está dominado por los partidos independentistas (N-VA). Me acuerdo perfectamne como criticabas duramente el nacionalismo flamenco durante la crisis belga. Precisamente por eso me cuesta entender como alguien que conoce a fondo el daño que un nacionalismo exagerado puede imponer a las libertades más íntimas, en los pequeños actos de la vida cotidiana, puede al mismo tiempo ser tan indulgente con este nacionalismo catalán.
Piensa en lo que conoces de las acciones institucionales del nacionalismo flamenco -como impiden el nombramiento de alcaldes francófonos en la periferia de Bruselas, como dominan todos los puestos en las grandes empresas, como dan prioridad a los neerlandófonos en las alojamientos sociales..- y a eso suma las «pequeñas» discriminaciones en el día a día que son difíciles de objetivar pero que están realmente allí (piensa de nuevo en Flandes)… y dan forma a nuestra vida de todos los días reduciendo la resistencia que pudiéramos tener a la homogeneización del pensamiento.
Voy a ponerte un ejemplo que es sólo un grano de arena, pero que en realidad esconde una montaña detrás. ¿Sabes que en Cataluña no puedes escribir «Cataluña» en español en un texto escrito en español, sino que debes escribir «Catalunya» en catalán incluso si el texto está en español.? Si no lo haces así, corres el riesgo de ser considerado un nacionalista español. Es ridículo. Es como si estuviésemos obligados a decir «Mañana voy a London». Pero el hecho es que ocurre. Y nadie tiene el coraje de denunciar que el Rey está desnudo para no ser señalados. Así que al final todo el mundo en Cataluña escribe Catalunya por miedo. Basta con mirar los sitios web de los periódicos catalanes La Vanguardia o El Periódico para confirmar que lo que digo es cierto. Sé que parece poca cosa, pero es muy significativo de la forma en la que el nacionalismo impone su pensamiento único.
Es como si no te dieras cuenta de que la fuerza dominante en Cataluña la tiene el independentismo como antes era el catalanismo. Los no independentistas, incluso si son más, están reducidos al silencio. Gobiernan gracias a la ley D’Hont (electoral), pero gobiernan sólo para una parte de Cataluña, no para todos. Y hablan de los catalanes, como tú también lo haces Jean, como si fuese una única masa compacta de pensamiento único. Si los no nacionalistas se hacen notar como tales en el colegio, la universidad, el trabajo… saben que corren el riesgo de una muerte civil contra la que el gobierno central no puede hacer nada. Y es que a pesar de las apariencias, esto no es una confrontación entre el gobierno central y el catalán como tu pareces describirla, sino entre catalanes. Y el gobierno central lo único que hace es intentar mantener, sin mucho éxito por cierto a pesar de las apariencias, las reglas del juego que protegen a unos y otros.
Es precisamente por eso por lo que estoy más de acuerdo de lo que tu imaginas cuando dices en tu artículo que «el código penal español contiene disposiciones particularmente duras sobre la rebelión y la sedición que han sido pensadas sobre todo para luchar contra las tentaciones autoritarias tras la caída del franquismo”.
Pero el autoritarismo, a veces, se esconde tras una piel de cordero.
Me gusta mucho esta cita de Anna Ahrendt que utilizas de vez en cuando, Jean: “El individuo ideal de la dominación totalitaria no es ni el nazi convencido ni el comunista convencido, sino aquel que para el que la distinción entre realidad y ficción, entre verdadero y falso, ya no existen” « Les origines du totalitarisme » (Gallimard, 832). Los nacionalistas no son por supuesto ni nazis ni comunistas. Pero utilizan las mismas armas de control social.

Cuando hablas del tema catalán no aportas matices, Jean. Te han atrapado con su ficción de forma que ya no percibes la diferencia con la realidad. Te lo digo con el cariño de alguien que te sigue con pasión y que, en todos los otros temas sobre los que escribes, te admira de verdad.
Maquiavelo sabía porque los nacionalismos y los otros « ismos » – que llegarían mucho después en la historia- terminan por imponer sus engaños incluso a los hombres más inteligentes y preparados. Y allí nos incluimos todos en general, yo también. En su libro El Príncipe, decía: “Los hombres son tan simples y obedecen tanto a las necesidades del momento que aquel que engaña encontrará siempre a alguien que se deje engañar”.

 

 

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